Cada persona lleva consigo una historia, una experiencia de vida, aprendizajes y un cúmulo de cosas que le hacen un ser único que se enfrentan a su vida con los mejores recursos con los que dispone.

Por mucho tiempo se ha pensado que conversar con un psicólog@ es sólo para personas que tienen un "problema muy grande" o para personas que están "locas". En realidad, si nos miramos a todos un poco, si compartiéramos más cómo nos sentimos, qué cosas pensamos y qué hacemos, nos daríamos cuenta que en realidad somos más las cosas que tenemos en común y que eso nos hace estar mal. 

Hay quienes sienten un vacío, otros que hacen hasta lo imposible por no quebrarse, quienes sienten un nudo interno y quienes están sanando heridas,. Todos tienen en común algo: hacen lo mejor que pueden y aún podrían acudir al psicólog@ para trabajar en esos aspectos , fortalecerse y aprender de estas experiencias.

conversar acerca de lo que nos pasa, no sólo nos alivia por el hecho de expresarlo, sino también porque nos damos cuenta que no estamos solos, que hay muchas cosas que se pueden hacer y que hay especialistas listos para guiarte. 

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