Los seres humanos tendemos a desesperarnos mucho cuando no
encontramos lo que buscamos, o cuando no vemos resultados que esperamos, cuando
lo esperamos. Nos esforzamos, trabajamos a diario por nuestras metas, creemos darlo
todo por el todo pero, cuando los resultados no son rápidos, fácilmente creemos
que no va a pasar o que no valió la pena.
Lo que olvidamos es que “lo esencial es invisible a los ojos”.
Que no veas algo, que no percibas algo, no significa que no está y mucho menos
que no va a ocurrir.
Con paciencia, constancia y perseverancia, es posible florecer. El
crecimiento está más cerca de lo que crees.