No
es fácil contactar con el dolor y derramar las lágrimas necesarias que ayuden a
procesar el caos que estemos viviendo. Tampoco es sencillo concederse el tiempo
necesario, el que uno necesite, para avanzar por este proceso, sobre todo
cuando las circunstancias o las personas cercanas te animan a olvidar rápidamente
y ponerte bien cuanto antes. Sin embargo, cada persona tenemos dentro de
nosotros mismos los recursos necesarios para hacerlo, siendo uno de ellos el de
pedir ayuda y dejarse ayudar. No tenemos por qué hacerlo solos, pero sí tenemos
que hacernos cargo.
El proceso
de atravesar un caos externo e interno es muy doloroso, pero la capacidad de
adaptación y superación del ser humano es enorme.